El lifting de Ámsterdam, y la producción de la semana

Con la ola de pesimismo que nos invade ahora que parece haberse pasado del pueril “soy español, a qué quieres que te gane” a agachar la cabeza ante el tufo a corrupción, ineficacia e injusticia que exhala nuestro país, saber que la remodelación del Rijksmuseum de Ámsterdam lleva sello español no deja de ser una alegría.

Tras diez años con el cartel de “cerrado por reformas”, el Rijksmuseum, una de las grandes pinacotecas del mundo, ha reabierto sus puertas a mediados de abril tras una brillante reforma orquestada por los arquitectos sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz. Reconforta imaginar que los Antonios ni son primos de algún gerifalte local ni pagaron comisiones a nadie para llevarse el gato al agua. Simplemente ganaron por méritos propios un concurso internacional con el que devolverle toda su gloria a este imponente edificio decimonónico que, entre muchos otros tesoros, alberga una colección bárbara de Rembrandt, Vermeer, Hals y demás maestros de la Edad de Oro del arte holandés.

Exposición del trabajo de Cruz y Ortiz, inaugurada en la Biblioteca Pública

La reapertura ha copado las portadas de los periódicos internacionales, y el público no ha tardado en hacer lo propio con sus salas, atestadas hasta lo indecible de visitantes, como he podido comprobar esta semana en la que he estado haciendo unos reportajes en Ámsterdam.

Por fin la ciudad está ultimando el lifting en el que lleva embarcada unos años. Si a finales de 2012 se reinauguraba el Stedelijk Museum –de arte contemporáneo–, el 1 de mayo volverá a abrir sus puertas el consagrado a Van Gogh, situados ambos en la oportunamente llamada Explanada de los Museos, donde también se levanta el Rijksmuseum.

Además este año se conmemora el 400 aniversario de sus famosos canales, con un puñado de exposiciones en las que bucear en la historia de su construcción y su relevancia en los días en los que los holandeses dominaban el comercio marítimo del planeta.

Vista nocturna de los canales de Ámsterdam

Y, por si faltaran motivos para dejarse caer por la ciudad, para este 30 de abril se está cociendo una fiesta sin precedentes: el último Día de la Reina. Si cada primavera el evento se celebra con conciertos, mucha cerveza y riadas de propios y extraños disfrazados por las calles en extravagantes trajes naranjas para honrar sin complejos a la dinastía de los Orange, este año el despliegue promete ser la bomba ya que, que justo ese día, su majestad abdicará a favor de su hijo Guillermo.

Os dejo el link de la conexión que hice el sábado pasado desde Ámsterdam para el programa Gente Viajera, de Onda Cero, así como al resto de la “producción” de la semana:

Un reportaje para El Mundo sobre la preciosa ciudad noruega de Bergen, el aperitivo de los fiordos.

Y dos más publicados en la nueva sección de tendencias de VozPópuli: uno sobre las I Jornadas de la Sidra Natural en Madrid, y otro sobre locales insólitos de Madrid… como un anticuario en el que puedes cenar, una galería en la que tomar copas, un café en el que ver buen cine, otro en el que aprender a coser, y hasta un restaurante con club de fumadores para no tener que salir a la intemperie a echar unas caladas.