Para singles, gays, nudistas… y, ahora, el crucero Dukan
- A marzo 25, 2013
- Por Elena del Amo
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Los cruceros de solteros en busca de churri ya no sorprenden a nadie. Vacaciones en el mar las hay también, en vez de con Julie y el capitán Stubing, con videntes a bordo, sommeliers y chefs famosos o famosos sin más, aunque sean de medio pelo. Igualmente triunfan los pensados para gays, para nudistas, para amantes del póker, del fitness o el vino, y hasta de la Barbie o con tripulación de supervixens. Si el año pasado partió de Barcelona el primer Love Boat Durex, este mayo lo hace el segundo Crucero Dukan, desde 590 €.
Vaya por delante que me apasiona navegar y los veleros, sobre todo los antiguos. Los típicos cruceros al uso, sin embargo, no son lo mío, como tampoco lo son los hoteles all inclusive. Eso de divertirse todos juntitos, comer por turnos en “bufetes” de rancho e invadir ciudades en grupos titánicos tras el guía de la banderita, definitivamente no es para mi.
Será que soy una rara, porque es un tipo de viaje que no hace más que prosperar. Entiendo que pueda resultar muy cómodo y hasta económico para gente que viaja con niños o para personas mayores que no quieran andar todo el día con la maleta a cuestas o que no se manejen con los idiomas. Por lo demás es un fenómeno con una demanda prodigiosa que, la verdad, se me escapa.
Si me paro a escribir estas líneas es por puro agradecimiento al “padre Dukan”. En la vida había hecho una dieta hasta que hace año y pico decidí quitarme unas lorzas con su método, y lo conseguí sin sufrir ni gota!
El plan en esencia consiste en, tras unos pocos días de choque en los que sólo se come proteína, pasar a la velocidad de crucero alternando un día de verduras y proteína en cantidades ilimitadas con otro sólo de proteína. Claro que si por proteína se entiende atracones de huevos y carnes rojas, mal vamos. A la semana te aburres, te dejas el hígado como unos zorros y probablemente no le hayas hecho ni media visita al señor Roca.
Pero haciendo la dieta con sensatez, es decir, abusando del pescado, bebiendo toda el agua que recomiendan y caminando al menos media horita al día, la cosa al menos a mi me resultó no sólo efectiva, sino también de lo más llevadero.
Por dos duros me apunté a su seguimiento online (opcional pero muy recomendable). Tras rellenar un cuestionario de hábitos y recibir una previsión de lo que durará cada fase, te permite acceder a un montón de recetas fáciles con todo tipo de trampas con las que engañar al estómago. De hecho jamás he comido tantos bocadillos y tantos postres como en los meses en los que hice la dieta aunque, eso sí, con pan de avena que te preparas en un abrir y cerrar de ojos en el microondas, con yogures desnatados de los ricos, con cacao desgrasado…
Y junto con varias propuestas de menú, cada mañana también llegaban por email las consignas del “Padre Dukan”, con sus regañinas de curilla cuando confesabas haber pecado y sus recomendaciones para que no te volvieras a desviar del camino. Le acabé cogiendo cariño al buen señor, que con tanto mensaje matutino al final era como de la familia!
Agradecida pues y con ahora sólo un llevadero michelín ganado por mi mala cabeza y por tanto viaje que me incita a flaquear, paso a detallar esta singladura Dukan –la segunda ya– que MSC Cruceros pone en marcha en colaboración con el tan adorado por unos como demonizado por otros nutricionista francés.
El 17 de mayo partirá de Barcelona el recién botado buque MSC Preziosa que, con precios a partir de 590 € (tasas de embarque y cuota de servicio no incluidas), irá a lo largo de una semana haciendo escala por Marsella, Génova, Nápoles, Mesina y Túnez. A bordo, un equipo de dietistas, chefs, personal trainers y hasta psicólogos entrenados en el método ayudará a los cruceristas a quitarse unas arrobas con alegría.
Además de ser obsequiados con productos Dukan y el best-seller del doctor, del que se han vendido 2’5 millones de copias, cada pasajero se someterá a una evaluación con la que obtener un programa de dieta y ejercicio a la medida. Cuando no estén visitando las ciudades de la ruta podrán participar en talleres, conferencias sobre cómo perder peso de forma saludable o demostraciones culinarias, amén de sesiones de aeróbic, pilates, yoga y demás. Incluso habrá una fiesta en la que conocer en persona a Monsieur Dukán.
Digo yo que al volver a Barcelona habrá al menos alguno que haya dejado de llamarle Dúncan!
@ElectricJoker
Yo creo, como suele pasar con todos estos métodos, que la dieta Dunkan es un quita grasas temporal como todas las dietas milagro que existen. Este o no de moda, para nuestros pobres vientres desgraciados, a los pocos meses los kilos perdidos regresan a su lugar, como los hijos lo hacen en navidad a casa de sus progenitores. A mi me suena, eso del encierro, a reclusión sectaria, saca cuartos y que posiblemente, como he dicho antes, sea una situación temporal rápidamente recuperable en kilos. Las cosas que fácil se consiguen, fácil se derrochan.
En mi medio-tierra se dice, para adelgazar, menos comida y más zapatilla.
Como siempre este es mi punto de vista.
Es bonito ver a gente hablar, de cosas distintas, en blog diferentes de temas distintos a los acostumbrados.
Un saludo.
Elena del Amo / Ni el baúl de la Piquer
Hola de nuevo, ElectricJoker!
Coincido totalmente en que lo de menos comida y más zapatilla es EL metodo infalible para quitarse unas arrobas. Aun así (y créeme que no me paga nadie por decirlo) a mi, que disfruto tanto comiendo como cocinando, me fue fenomenal esta dieta que tanto se critica y que, en esencia, consiste en dejar de lado (primero totalmente y luego sólo reduciéndolos) hidratos, grasas y azúcares… nada revolucionario pues… Y por supuesto añadiéndole zapatilla a voluntad… cuanta más, mejor! Un saludo, Elena