



Gracias a que una lectora me ha hecho una consulta sobre Sicilia, he recordado que tenía una colección de fotos delirantes de esta isla que todo ser humano debería pisar al menos una vez en la vida. Pero ojo que engancha, porque lo tiene todo: se come de pecado hasta en el último cuchitril, está sembrada de ruinas, de playas, de un interior campesino que emociona y de unas ciudades y pueblos a los que les chorrea la historia por cada desconchón. Los personajes que uno llega a veces a cruzarse parecen salidos de un casting…
Prometo mostrar en la siguiente entrega la Sicilia más despampanante. En ésta me quedo sin embargo con su cara más de andar por casa, con esas dosis de surrealismo que hacen que la patria chica del señor Corleone me parezca irresistible.
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