Gilberto Gil abre el Jazz Festival de El Cairo
- A marzo 21, 2013
- Por Elena del Amo
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La caja tonta nos abre una ventana al mundo; apenas un resquicio por el que se cuela en pocos minutos lo esencial de lo que pasa. Lo que nos muestra sin embargo, sobre todo cuando se trata del Tercer Mundo, es sólo lo más sangrante, de forma que estos países se quedan en el imaginario colectivo de muchos como un universo de caos o barbarie perpetua. Como si en ellos no hubiera espacio para nada más. Pocas veces esa ventana útil pero parcial que es la televisión nos cuenta que, incluso en plena revolución, la vida continúa. Una mínima pero significativa muestra de ello es el Festival de Jazz que Gilberto Gil inaugura hoy en El Cairo.
En los más de veinte años que llevo dando tumbos por el mundo no deja de sorprenderme la capacidad que tenemos los humanos para integrar en nuestro día a día un acontecimiento devastador y seguir funcionando con relativa normalidad incluso acarreándolo aún fresco a las espaldas. Los jóvenes de Beirut que en los periodos de paz se entregan con saña a disfrutar la noche por bares en los que se permite pagar el Moët Chandon a plazos. Algunos camboyanos que, forzados durante la guerra a unirse a los Jemeres Rojos, hoy se ganan el pan acercando con sus moto-rickshaws a los turistas hasta los templos de Angkor…
Ejemplos de cómo la vida irremediablemente continúa habría muchos, pero no se me ocurre una imagen más gráfica, y sobre todo más próxima, que el día siguiente a los atentados de los trenes en Madrid.
Sólo una mañana después, con el corazón encogido y el miedo en el cuerpo, la gente de a pie volvíamos a subirnos a trenes idénticos a los que horas antes habían saltado por los aires. Había que seguir fichando en el trabajo, llevando a los niños al cole, llenando la nevera, y hasta seguíamos con ganas de quedar con los amigos aunque fuera para no parar de darle vueltas a la tragedia y sus posibles consecuencias. Si bien nuestra realidad inmediata había dado un vuelco radical, nuestras obligaciones, necesidades y hasta nuestros gustos no eran tan distintos al día anterior.
En eso, como en casi todo lo esencial, las gentes del Primer y el Tercer Mundo somos muy parecidas.
Hace un par de años que no viajo a Egipto, pero me consta que allí, inmersos como están en un complejísimo camino hacia la democracia, lo cotidiano también sigue su curso más allá de las imágenes que desde el estallido de la Primavera Árabe nos llegan de la Plaza Tahrir. Sus mercados seguirán siendo un hervidero de vida, su tráfico andará desmelenado como siempre, se sigue acudiendo al trabajo y a la escuela, y hasta sus hombres y sus mujeres se reunirán en sus cafés o en sus casas por más que sus conversaciones, sus incertidumbres y sus esperanzas para el futuro sean hoy muy distintas.
Una sorprendente prueba de que también en el ámbito de la cultura la vida sigue contra viento y marea es la quinta edición del Festival Internacional de Jazz que arranca esta tarde en El Cairo con una actuación de Gilberto Gil.
La iniciativa nació en 2009 de la mano de tres jazzmen egipcios: el bajista Samer George, el pianista Amro Salah y el vocalista Ahmed Harfoush. Ni siquiera en las ediciones anteriores, en plena convulsión social, hubo de cancelarse, como tampoco parece que vaya hacerlo en esta.
En los próximos tres días podrán escucharse bandas de jazz llegadas desde Estados Unidos o Japón hasta Líbano o por supuesto Egipto. También habrá talleres, master classes y jam sessions en el Cairo Jazz Club, a apenas 4 km de la Plaza Tahrir.
La vida sigue incluso para un sector tan minoritario como el jazz, como no podía ser de otra manera en esta apasionante coctelera de historia, de monumentalidad y de vida que es la capital de los faraones, con veinte millones de habitantes de los cuales tres quintas partes no han cumplido aún los 30 años.
Santiaguito
Pues ,como músico de Jazz ( nadie es perfecto) me parece una auténtica bocanada de aire fresco,aunque parece perdurar ,por el tipo de concierto ,la misma tendencia que en casi todo el mundo : en los festivales de jazz siempre hay excelentes músicos ,e incluso ,qué cosas ,hasta alguno de Jazz encontramos de vez en cuando….
Elena del Amo / Ni el baúl de la Piquer
Totalmente de acuerdo… habrá que hacer un post de “conciertos de jazz… sin jazz”, aunque me temo que sería larguísimo y serviría para poco!!!