Deuda saldada con Uruguay
- A marzo 26, 2019
- Por Elena del Amo
- En Blog, Consúltame tu viaje
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A finales de 2018 pasé unas semanas en Uruguay; un “paisito”, como le dicen allí, al que le tenía muchas ganas.
Eclipsado por los gigantes Argentina y Brasil, parece que los astros se han confabulado para ponerlo en el mapa: el reciente Premio Cervantes de la poeta Ida Vitale y la petición de asilo del ex mandatario peruano Alan García. O la casi media hora de ovación que recibió en el último Festival de Venecia La noche de 12 años –la película sobre el cautiverio de José Mujica y sus camaradas tupamaros durante la dictadura uruguaya– y también el documental, presentado en este mismo certamen, El Pepe, una vida suprema, donde Emir Kusturica exprime lo más sabio y humano del carismático ex presidente guerrillero. En el enlace, la inspiradora entrevista que le hizo Jordi Évole a este hombre excepcional.
En el número de enero de la revista VIAJAR publiqué un reportaje bastante amplio sobre el país que ya está online y puedes leer pinchando aquí.
También, hace unas semanas, en el dominical de El Mundo –la revista Fuera de Serie– publiqué una de las historias increíbles que me encontré por allí: la de la fábrica de Fray Bentos o, como se llamó también, el Frigorífico Anglo.
Todo empezó con un químico alemán que había inventado los extractos de carne -¡sí, los del cueces o enriqueces!–. La fórmula parecía perfecta para alimentar sin mucho dispendio a los obreros de las nuevas ciudades industriales de Europa, pero con el precio que tenía aquí el ganado no le salían las cuentas. Cuando se enteró de que al otro lado del charco se mataban miles de vacas para usar solo el cuero porque no había frigoríficos para exportar la carne, se asoció con un emprendedor que andaba por las Américas y liaron una buena.
Desde esta esquina remota del Uruguay –que por entonces debía ser realmente el culo del mundo– salieron toneladas de carne en todos sus formatos para, sobre todo, los soldados de las dos grandes guerras.
Aunque hoy el Paisaje Industrial de Fray Bentos está en ruinas, se considera Patrimonio de la Humanidad.
Una alucinación pasearse entre sus hangares a lo “Tiempos Modernos” de Chaplin, en los que llegaron a sacrificarse hasta 8.000 animales al día, o ver las fotos de la soldadesca preparándose un caldito con sus extractos de carne OXO en las trincheras… Encima eran unos genios del márketing. ¡Hasta inventaron un quemador especial que no hacía humo para que no los descubriera el enemigo mientras se lo cocinaban!
El reportaje no veo que esté online en Fuera de Serie, pero espero que se pueda leer aquí.
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