Lémures de Madagascar

Algunos lémures se dirían un extraño cruce entre comadreja y mono. Otros, como el aye-aye, ¡directamente un gremlin! Estas extrañas criaturas, primates al igual que los orangutanes, los gorilas y todos nosotros, solo pueden verse en la isla-continente de Madagascar; un verdadero mundo aparte.

Un nuevo tipo de lémur, de camaleón o de insecto, una planta o un árbol nunca antes vistos por la Humanidad… Las raras veces que la cuarta isla más grande del planeta se asoma a las portadas suele ser por el hallazgo de alguna criatura que sumar a su biodiversidad digna del Guinness.

Solo en la primera década de este siglo los científicos localizaron en sus geografías unas 600 especies hasta entonces desconocidas, incluidos 40 mamíferos y muchos más reptiles. Cual descomunal laboratorio al aire libre, el aislamiento de Madagascar explica tanto endemismo por sus sabanas, sus selvas primarias y bosques tropicales.

Otra de las singularidades más desconcertantes de esta isla-continente es que, a pesar de quedar a solo 400 kilómetros de las costas de Mozambique, sus primeros habitantes llegaron nada menos que de Indonesia, Malasia e incluso de algunas islas del Pacífico.

Hace cosa de unos doce siglos, estos fenomenales navegantes se cruzaron el Índico de medio a medio hasta instalarse en este territorio por el que los bantús africanos no asomarían hasta mucho después. De ahí que, entre la veintena de etnias principales que conforman el rompecabezas malgache, muchas tengan rasgos orientales y vivan de cultivar el arroz casi casi como en el Sureste Asiático.

Si quieres seguir leyendo, pincha este enlace al reportaje que acabo de publicar en la revista de Avianca.

Mi último reportaje sobre los lémures de Madagascar

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